En
1827, Robert Brown hizo un importante descubrimiento. Colocó algunos granos de
polen en agua y tomó un poco de ella, poniéndola en un porta objetos. Al
observar al microscopio, encontró que el polen vibraba en forma muy aleatoria.
Este movimiento “browniano” es producido por el continuo bombardeo sobre las
partículas en suspensión, por las moléculas del agua.
Esto
nos muestra que en un líquido, las moléculas están en una continua y aleatoria
vibración.